lunes, 5 de julio de 2010

Cuatro de Julio.

Mentiras, secretos, promesas rotas, promesas nuevas que se romperán. Cambios, discusiones y sobretodo, malas compañías.

Risas, caricias, girar la cara en una esquina al recordar un bonito momento pasado. Saltos, gritos, amistades perdidas y amistades recuperadas.

Nuevos conocidos, nuevos amigos, nuevos chistes, nuevas canciones. Perversiones, viajes, historias que jamás habrías creído de otra persona.

Son tantas cosas las que pueden pasar en un año. Finales, comienzos, felicidad, tristeza, enfados. Lágrimas, de amor y desamor. De ternura y emoción. Son tantas cosas…
Hoy era el día perfecto para pararme a pensar en todas estas cosas. Caminas por la calle, no puedes dejar de pensar incluso con la música a todo volumen. Recuerdas una broma, sonríes, recuerdas una bronca, te entristeces y te gustaría volver al pasado para evitar daños.

Han pasado tantísimas cosas desde entonces. Cuatro de Julio. Recuerdo perfectamente el cuatro de julio de hace un año. Estábamos las dos sentadas en un catamarán después de tanto tiempo. Nos da el viento, no hace calor, es… perfecto. Y consigues hacerlo más perfecto todavía. Con la mirada en los pies me confiesas tu mayor secreto. Me demuestras que confías en mí. Entonces preguntas que qué pienso de ti ahora. Me hubiera gustado llorar, me sentía tan agradecida. Era algo difícil de decir, y te quiero por contármelo.
Ya te quería, obviamente, pero sin duda ese día será siempre nuestro día. Primer día en la playa, más que perfecto después de diez horribles días de castigo en mi casa.

Cuatro de Julio. Día de la independencia Americana. Vale, no tiene mucho que ver, pero me recuerda mucho a cohetes, fiestas, alegría en general. Y eso me anima. Parece una tontería, pero me anima. Me dan ganas de cantar y dar saltitos por mi habitación. Sí, cuatro de julio de 2009. Pobre chiquilla. No sabía que me depararía el destino. Sí, en resumen, lágrimas por haber sido tan tonta todo el verano. Dos chicos, dos amigos. Que siguen estando ahí, bueno, más o menos. Discusiones y pérdida de muchos recuerdos y momentos por mi estupidez y mi impulsividad. Lágrimas de rencor y arrepentimiento. Lágrimas por el dolor causado a los demás. Lágrimas que seguirán derramándose hasta que tenga el valor de decir cuánto siento haber causado otro dolor. Pero muchas alegrías, claro que sí. Fiestas, nuevos conocidos, risas, mucha mucha felicidad.

Entonces, cuando llegas a tu destino después de pensar. Te paras, vuelves a la realidad, a todo lo que hay que afrontar. Y tienes nuevas fuerzas. Intentas de nuevo cumplir tus promesas, intentas hacer ver que lo afrontas, que estás bien, y lo estás. Intentas no discutir, sin éxito, pero lo intentas. Pero te das cuenta de que si la gente cambia no puedes hacer nada. Tú lo intentas, a riesgo de perder tu… ¿orgullo? ¿Dignidad?
Una simple cuestión. ¿De qué te sirve todo eso en la vida real? No, te da igual. Solo intentas que las personas de tu alrededor pasen sus penas, que vean que siempre hay una salida. Que encuentren la luz al final del túnel y la sigan. Que vean que te importan. Pero… tú lo intentas, y sigues sin ver el resultado. Te vuelven a prometer, y sabes que lo volverán a romper. Solo esperas el momento de poder demostrar a esas personas lo fuerte que eres, y las ganas que tienes de vivir y ser feliz.

Hoy vuelve a ser cuatro de julio, y vuelvo a sentarme en la playa recordando todo lo que he pasado. De nuevo contigo, mi gran confidente, mi amiga. Solo deseo tu bienestar. Haré cualquier cosa para que estés bien. Lo que sea, lo sabes.
A ti, compañero de viaje, intento ayudarte. No quieres darte cuenta, bueno, no lo hagas. No me creas a mí, cree a las personas que te lo digan cuando tengan el valor de decírtelo. Pero por tu bien hazles caso, y aléjate de lo que te haga daño. Porque llegara un día en el que las personas de tu alrededor se hartarán. Tú lo elegiste. Date cuenta, por favor.
Y a vosotras, amistades recuperadas, gracias por darme una segunda oportunidad de ser feliz junto a vosotros.

Día cuatro, claro que sí. Hace un año también veía un verano por delante y lo hubo. Sé que pasaran muchas cosas. Y, lo juro, estoy deseando vivirlas todas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario