lunes, 7 de febrero de 2011

Again.

Sé que me lo busco, sé que me estoy torturando, sé que no debería hacerlo… Pero no puedo evitarlo. Necesito saberlo.

Soy como otra de tantas, y no quiero. No quiero ser ‘una más’ para ti, ni para nadie.

Pero es que no sé qué hacer. No sé que es mejor…


¿Dejarlo pasar o arriesgarse? ¿Solo amigos? Imposible, tú y yo no podemos ser simples amigos. Pero, ¿más allá? Ya hace un mes y aún así no me acostumbro.

Será tu mala fama, de mujeriego, quizás la que me echa tan para atrás. Será darme cuenta de que puedo enamorarme de esos ojos azules tal vez. Será porque me mata conocer tu pasado y sentir que solo soy un pequeño fragmento más de ella. Será porque no quiero acabar igual.


Soy tan feliz junto a ti. Me encantan esos fines de semana tumbados sin hacer nada, o haciéndolo todo. Me encanta ir a verte jugar con mi cámara por el hecho de ver cómo me miras de reojo para comprobar que sigo ahí. Me encanta ver cómo te sonroja decirme lo que sientes. Me encanta caminar de tu mano, sabiendo que estás a mi lado y que me sonríes por cualquier tontería.

Me has hecho sentir viva de nuevo, y aún así, sigo sin creerme lo que me dices. Me gustaría creérmelo, pero simplemente no puedo.


Sigo controlándome para no decirte lo mucho que me gusta estar contigo, lo especial que me haces sentir, para no decirte que quiero despertar cada mañana solo por verte sonreír.

¿Y todo por qué? Porque sigo siendo un reto para ti, y me da tanto miedo caer por ti y que luego no me recojas… No puedo pasar lo mismo otra vez. Eres demasiado para mí.

Por favor, sólo perdóname y no me hagas caso.