miércoles, 30 de junio de 2010

Bipolar.

Vale, a ver que me centre. Yo-soy-Maria. Vale, vamos bien. Soy-de-Valencia. Weee, dos de dos. Estoy-escribiendo. Vale. No veo el problema. Sé quién soy, de donde soy y que estoy haciendo. ¿Cuál es el problema? ¿Por qué sigo sin saber quién soy, de donde vengo, adonde voy y que voy a hacer?

La madre del… Vamos a organizarnos por partes. Primero. ¿Quién soy? En mi DNI pone mi nombre y apellidos. Aun así, miro la foto y digo (aparte de por dios que bicho), ¿en que estaba yo pensando cuando me hicieron esta foto? Lo pienso con todas las fotos que veo. En unas sonrío, en otras no. Pero no hay ninguna de esos momentos de horror y tristeza absoluta. Perdonarme amigos míos, pero eso es manipular la realidad.

No podemos intentar recordar nuestra vida a base de fotos, porque no sería nuestra vida de verdad. Crean una historia, una historia llena de buenos momentos, de risas, amigos, amores, fiestas… Pero por mucho que no queramos recordarlos, los malos momentos han estado, están y estarán ahí. Y no se pueden borrar por mucho que unas fotos digan que no han existido.

Por eso jamás llegaré a saber quién soy. Una persona no nace, se hace. Y se hace de momentos, felicidad, caídas, ilusiones, decepciones. Si borramos unas cuantas, nos perderemos a nosotros mismos. Así que por ahora, sé que tengo mucho que aprender, y simplemente responderé mi nombre y apellidos a la maldita pregunta. ¿Quién eres?


Segunda pregunta. ¿De dónde vengo? Ok, esta tendría que ser fácil. Pero supongo que no vengo de un lugar concreto. Por suerte, a mi corta edad he viajado muchísimo. Y aunque me niegue a admitirlo, de cada lugar he traído algo. Siempre se me queda algo. Pero hablando de lugares más cercanos… Supongo que de mi casa traigo el carácter de rebelarme contra todo por tontería que sea. De mi clase, mi colegio, las malas contestaciones y las comeduras de cabeza. Ya se sabe, demasiadas horas libres para que tu cabecita piense. Y en lo bueno, pues supongo que de clase también y de mis vacaciones en la playa, que me he llevado el conocer la verdadera amistad.


Tercera. ¿Adónde voy? Bueno, ¿alguien sabe realmente eso? Puedes tener sueños, ilusiones de hacer algo o ir a algún sitio, pero en realidad tu camino lo decidirán personas que conozcas. En mi caso nunca he sido demasiado sociable, siempre muy cerrada en mi misma, pero debo admitirlo, gracias a que me han obligado prácticamente he conocido a gente que me ha cambiado la vida. Unos haciéndome reír, otros haciéndome pensar, otros pervirtiéndome (sí, sí, va por ti, buscona) y otros enseñándome a querer. No sé adónde voy, pero intentaré equiparme lo mejor que pueda para todo lo que llegue.


Y última pregunta. ¿Qué voy a hacer? Ahora mismo sé lo que hago. Estoy escribiendo, y pienso en todo lo que he cambiado en un año. La gente suele hacer esto en fin de año. Pues yo lo hago en final de curso. Justo antes de irme de vacaciones a mi… hogar. Sí, sin duda. Ese sitio es mi hogar. El único lugar del mundo donde se que estoy entre los míos y soy feliz solo de estar allí. ¿Qué haré? Pues no lo sé, la vida me lo ira enseñando con el tiempo.

Pienso en esta época porque todos los veranos me cambian la vida. Para bien o para mal, pero todos y cada uno me han cambiado la vida. Igual tardo en darme cuenta, pero es así.

Y a lo que estaba. No sé ni quién soy, ni adónde voy, ni que voy a hacer, pero, ¿sabéis cual es mi conclusión? Tengo quince años… ¡¡¿¿QUÉ MAS DA??!!
Life is more painless for the brainless. Dejemos a un lado tanto pensar.

lunes, 28 de junio de 2010

Publicidad engañosa.

¿Qué que quiero? ¿Qué que necesito? ¡¡DESAPARECER!! Eso es lo que necesito.

Solo quiero alejarme, a un lugar muy muy apartado. Donde no haya nadie que me moleste. Donde nadie me pida explicaciones. Solo quiero llorar, y chillar. Llorar y chillar hasta que me duela la cabeza. O hasta que mi mente se dé cuenta que no sirve de nada y se lo diga a mi corazón.

Cambio de opinión por días. Ayer mismo estaba “feliz y contenta” pensando que había vuelto a recuperar mi apoyo, mi camino, aunque fuera una bombillita. Pero en el fondo sé que no es así. Está claro que siempre me sacrificaré por las personas que me importan de verdad. Si realmente son importantes para mí me va a dar igual el daño que me hagan.

Lo intento. Juro por lo más sagrado que día tras día, hora tras hora trato de convencerme de que debo superarlo y seguir adelante. Pero siempre hay momentos en los que me cuesta tanto que me resulta imposible. Me pesa demasiado el cuerpo. Me sienta bien el aire fresco, estar al descubierto, pero cuando lo pienso me cuesta demasiado moverme de casa.

No me apetece hacer nada. Ni caminar, ni tener que reír por obligación, ni hablar, NADA. Lo único que me apetece es irme a un lugar sin nadie, y llorar. Puede que no sirva de nada, pero muchas veces es la mejor manera de desahogo. Sobre todo si eres de las personas cuya filosofía es que los demás ya tienen suficientes problemas como para tener que tratar con los míos también.

Claro. En realidad es verdad que lo que necesito es que alguien se preocupe por mí. Aunque suene muy egoísta. Sienta bien saber que hay alguien que en el fondo te quiere y se preocupa por lo que te ocurre. La putada es que estas personas permanecen tanto a la sombra que no te das cuenta de lo que hacen hasta pasado mucho tiempo.

Y cuando te das cuenta te sientes fatal. Te das cuenta de lo mucho que han luchado por ti y no vez la manera de agradecérselo, y de disculparte por todo lo que le has hecho pasar.

Aunque al final, supongo que da igual. La balanza se equilibra por sí sola, es el puto destino, mi enemigo. Tú has hecho sufrir, pues te harán sufrir. El dolor sentido es proporcional al dolor causado. Es ahora cuando me doy cuenta del daño que he hecho.

Por eso lo quiero. Mejor dicho, no lo quiero. No quiero que nadie se preocupe por mí en estos momentos, porque le dañaré. Y luego el destino se encargara de devolvérmelo. Así que, ya lo digo, aunque esto no llegara a mucha gente, PERDON. Perdón por el daño que voy a causar a personas que solo intentaran quererme y mimarme un poco.

Pero por ahora, solo quiero arrancarme la piel a tiras, gritar fuerte, muy fuerte. Tumbarme en cualquier lado y dormir. Dormir sin soñar. Sin tener que despertar. No quiero despertar, es lo peor de todo. Despertar y tener que afrontar cada día esta nueva realidad.

No. Quiero desaparecer, sin más. Que no me pueda encontrar ni yo misma. Desconectar de todo pero sin tener que pensar. Pero sé que en el fondo eso es imposible, así que… ni siquiera sé por qué lo pido.

Bueno, pensándolo bien, ahora puedo joder bien a alguien. ¿“Impossible is nothing”? Creo que te va a caer una buena Nike. Te pienso denunciar por publicidad engañosa.

domingo, 27 de junio de 2010

MI FARO

Esta te la dedico. Sé que llevo metiéndome contigo todo el tiempo en estas páginas, pero soy un poco bipolar.
Me has pillado de buenas. Eres la única persona que consigue hacer que cambie de un estado de zombie mata-rubias a irme con una sonrisa en la cara sabiendo que tengo algo por lo que luchar.

Creo que fui yo la que lo dijo: “Antes que nada, eres mi mejor amigo” Y no he cambiado de opinión. Lo has sido y lo seguirás siendo hasta que tú quieras. Por ti perdí el camino, y por ti lo recuperaré.
Tan solo necesitaba algo de apoyo, y aunque sea muy raro que seas tú, has sido la persona que mejor me ha aguantado en mi vida. En todo, absolutamente. Siempre he querido ayudarte y he querido lo mejor para ti. No es que sea una buena persona, es que me importas lo suficiente.

Y como amigo. Quiero una relación sin incomodidades y sin miedos. Somos amigos, ya está. Sabes bien que no me importa, me gusta estar contigo. Me gusta saber que tengo un brazo en el cual apoyarme cuando me siento vacía.

Vale, sigue siendo raro que seas tú, ¿pero que se le va a hacer? Recuerdo esos días en los que nos espiaba la NASA cuando hablábamos de todo como si no tuviera que ver con nosotros mismos. Era extraño, pero confiábamos el uno en el otro y no importaba el resto. Era una amistad verdadera. Y ha sido lo más duro de todo esto. Ver cómo te alejabas de mí poco a poco y que yo no podía hacer nada.

Quiero tu amistad, tu apoyo, tus sonrisas y bromas. No voy a decir como si nada hubiera pasado, porque ha pasado y no lo vamos a negar. Y no me arrepiento de nada. Has conseguido que confiara mas en mi misma, aunque no lo creas, lo has hecho. (Y también me has hecho quedar bien jugando al Yo nunca, para que mentir…)

Es eso, lo eres todo. Y quiero que sigas siéndolo. No sé lo que será mejor para mi, solo sé que cuando pienso que sigues apoyándome puedo volver a sonreír de verdad. Jamás te lo agradeceré lo suficiente, no sabes lo importante que es para mí tu apoyo ahora mismo. Y sí, sigue siendo raro que sea el tuyo, pero bueno…
Que sepas que puedes contarme lo que sea, como antes. Sin tabúes, ni miedos. Te conozco, y no hay nada que puedas hacer o decir que me pueda hacer cambiar mi mente hacia ti. Excepto, claro está, si dejas de hablarme y de tratarme como una amiga. Para todo lo demás… mastercard. xD

¿Lo ves? Incluso vuelvo a hacer bromas hablando de cosas serias. Sacas lo mejor de mí. Ya sabes… “Te quiero, no solo por cómo eres, sino por como soy yo cuando estoy contigo” En ese momento me lo tomé de otra manera, pero sigo aplicándotela. Eres un amigo. MI MEJOR AMIGO. Y no hay nada más que pueda pedir… (Una moto, quizás.)

Siempre, para lo bueno y para lo malo, estaré aquí escuchándote, apoyándote, y dándote los mejores consejos que pueda. Sabes que nunca diría nada que no fuera verdad para herirte. Quiero lo mejor para ti, solo espero que tu también lo quieras para mí y me hagas el favor más grande que me podrás hacer nunca.

SEGUIR AHÍ.

sábado, 26 de junio de 2010

Finales... ¿principios?

Tiempo, tiempo, tiempo… ¡Pasa más rápido! Antes, tres meses pasaban volando, no te detenías a pensar en el tiempo. Ahora… dos semanas son eternas. Cada despertar es un suplicio, sueñes o no. Porque debes enfrentar de nuevo la aplastante realidad. El mundo de los sueños es muy bonito. A veces, incluso prefieres las pesadillas a vivir en la realidad. ¿Dónde se han metido mis escaleras a las nubes? ¡Quiero volver a subir!

No tenían derecho a echarme de allí, yo no he hecho nada. Pero me han empujado con violencia para que me fuera, para que volviera a la realidad en la que vivía hace medio año. No recordaba lo que era sentirse un robotito, teniendo que hacer las cosas más simples como comer y dormir, o las más complicadas, como divertirse y reír de forma automática. Simplemente porque sabía que había que hacerlo. Porque sabía que era lo que hacia la gente normal.

Al final, aprendí lo que es reír porque quieres reír, porque tienes ganas, porque eres feliz. Aprendí que un abrazo puede ser una declaración de cariño, en vez del fastidio que me ha supuesto siempre. Aprendí que no siempre las cosas van mal, que de vez en cuando el tiempo te da un momento para ser feliz. Aprendí muchas cosas… Que al final no sirven para nada. Es como ir al colegio. Sales de allí sabiendo muchas cosas, pero a mí no me han enseñado como ser feliz en el colegio. Es algo que aprendes por ti mismo, y que sufres por ti mismo.

En conclusión, la vida es una mierda. No haces más que caer y levantarte. ¿Cuándo se estará quieto de una vez el maldito tiempo? Déjanos disfrutar un poco de la felicidad, que ya vale de catástrofes.

Está claro, todo un principio tiene su final. ¿Pero un final tiene principio? Es decir, cuando algo acaba, ¿vuelve a empezar algún día? Por lo que puedo ver sí, pero hace falta tiempo. Y odio el tiempo. Cada día pasa más despacio. Me odia....

¡¡Quiero mi principio y lo quiero ya!!

Camino, ¿dónde estás?

¿Dónde voy? Me persigue esa pregunta. Hay que ser fuertes y luchar para seguir el camino. ¿Pero por qué luchar? ¿Cuál es mi motivación? Antes la tenia bien clara, ahora… no consigo ver ni lo que pasará mañana. No me supone ninguna novedad, pero antes notaba de verdad a alguien cerca de mí apoyándome, dándome su brazo a cada grieta del camino. Ahora… no siento nada.

Mi vida no acaba aquí, eso lo sé. Pero no sé porque luchar… Mi camino esta indefinido, me conformo con seguir a los demás, y así no puedo seguir mucho tiempo más. ¿Cuál es mi camino? ¿Cuál es mi destino?

Ya no creo en el destino. Te juega las peores pasadas de este mundo, ¿para qué creer en él? Igual es como Campanilla, y si dejamos de creer en él morirá. Ojalá. Cada uno debería ser capaz de dirigir su propio camino, tomar sus propias decisiones conscientes. Conscientes, esa es la palabra clave. ¿Cómo tomar decisiones voluntarias si nuestra vida la maneja el corazón? Y creo que sabemos bien que el corazón es enemigo de la razón.
Como bien dicen en el mago de Oz: “Un corazón no se juzga por lo mucho que tú ames, sino por lo mucho que te quieran tus semejantes”

Bien, tiene mucha razón. Básicamente porque nadie aparte de ti mismo (y a veces tampoco) es capaz de saber cuánto puedes llegar a amar. Pero, ¿Qué ocurre cuando no sientes que nadie te quiere? Es obvio que lo sabes, pero no lo sientes.
Admítelo, antes tampoco lo sentías. Solo te das cuenta con el tiempo. Tiempo al tiempo, esa es la cuestión. ¿Pero qué hacer durante ese tiempo? ¿Qué hacer cuando te sientes solo y perdido ante la vida? La soledad no es la mejor compañera, eso lo diré hoy y siempre. Pero también es verdad que depende de qué compañía es mejor la soledad. Siempre viene bien de vez en cuando para aclarar las ideas. Pero es muy mala porque al final acabas por encerrarte en ti mismo de una manera que te cuesta meses y meses, incluso años abrirte a una persona. Y cuando lo haces, te apuñalan. Eso no hace más que luego crearte más problemas para abrirte al mundo.

Pero a ostias se aprende. Y si tengo que caer, llorar, caminar sin rumbo por aprender, lo haré. Tiempo al tiempo, lo repito, pero al final nadie podrá decirme que he sido una cobarde que no afronta las cosas.
No quiero parecerme a ciertas personas. Hay que aprender a afrontar las cosas. Acabaras jodido, no te digo yo que no. Pero si vives toda la vida pensando en las decepciones, te perderás muchas alegrías.

Alegrías de otros. Si no andas tu camino, sigue el de otra persona, ayúdate de su luz para reencontrar el tuyo. Y piensa siempre: que al final del camino hay algo que te hará sonreír esperándote.

¿Y mi camino? Pues no lo sé. ¿Quién ha apagado el faro que lo iluminaba? Eso si lo sé, pero no lo voy a recriminar por ello. Tampoco iba a ser eterno, eso lo sabía, solo que estaba más feliz cuando no lo pensaba.
Va, destino, cobarde. ¡Ven a por mí!

viernes, 25 de junio de 2010

Que poco valor.

Que poco valor. Puede que yo no sea la más indicada para hablar de ello, pero hay que ser muy cobarde para hacer eso. Ya no significa solo mentiras, significan promesas y juramentos rotos. Nunca dejaste de quererla, ¿verdad? En el fondo lo sabía. Siempre lo he sabido y me he empeñado en callarlo. Porque tú me has mentido.

Me siento tan… tonta. Si querías un muñequito con el que jugar haberlo dicho y te compraba un peluche, te habría dado menos dolores de cabeza. Y a mí también… Pero claro, tu necesitabas a alguien que te quisiera y al que querer. Bien, pues, ¡sorpresa! Has hecho mucho daño por no aclararte las ideas. Todo eso que creíste sentir no ha sido más que una tapadera que te has montado tú solo para no sentirte estúpido por seguir amando a una persona que no hace más que herirte.

Así que ahora, felicidades. Ya tienes lo que quieres, lo que siempre has querido. Y ella también lo tiene. ¿Quién iba a pensar que tanto arrastre daría su fruto? De verdad, cada día me da más pena. Lo que no sé ahora mismo es quien me da más pena. Si ella o tú.

jueves, 24 de junio de 2010

Siempre hay una salida.

Camino. No sé adónde, pero camino. No aminoro el paso. Simplemente sigo adelante. Sigo. Huyendo de mi destino. No me importa dónde voy, solo camino. ¿Pero qué hago? Por mucho que camine, sé que tengo que volver atrás y enfrentarlo. Y me da miedo ese momento. Me da miedo el momento en que decida dar la vuelta y volver por donde he venido. No sé donde estoy. Hoy las nubes esconden a la luna, y no hay luz. Veo edificios, pero no se distinguirlos en la penumbra. Oigo risas lejanas, huele a sueños y a… amor. Malditos sean aquellos que llenan mi camino con su olor a pasión. Me hacen recordar, y no es agradable.

El tiempo lo cura todo, sí. Eso es lo que tengo que pensar. No hace ni dos semanas, y ya lo tengo bastante superado… Vale, eso no me lo creo ni yo. Pero soy capaz de tenerlo al lado, puedo hacerme pasar por su amiga si eso le hace feliz. ¿Entonces qué hago caminando sola en la noche saboreando mis propias lagrimas? Sí, puedo verle a él. Pero no puedo ver a otra tocándole.

Sé que no tengo ningún derecho sobre él, que todo acabó, pero no puedo todavía. Es cuestión de tiempo, lo sé. Pero aun necesito más tiempo. El solo ver cómo trata a aquella chica, me mata. ¿Por qué? Porque me recuerda a mí… Me recuerda aquellos momentos cuando no éramos más que amigos y me ayudaba en todo. Siempre estaba feliz si el andaba cerca. Y ahora, ver como se aleja. Dios, como duele. Cuesta respirar… Por mucho que me empeñe en fingir estar bien me duele cada paso que doy. Me pesa el interior. Es como llevar siempre encima una mochila llena de libros, cada vez te debilita más. Aunque si lo miras de otra manera, al cabo de un tiempo te hace más fuerte.

Claro que sí. No pienso dejar que una persona arruine mi vida. Mi primer amor, mis primeras demasiadas cosas se han ido al garete, pero yo sigo aquí. Sigo adelante. Sigo caminando. No, ya está bien. No quiero seguir huyendo. Para. Dejo de caminar. Miro al mar y… sonrío. Sí, hacía ya tiempo que no sonreía de verdad. Sonrío porque sé que no acaba nada. Acaban momentos, caricias, miradas, risas, besos… Pero no acaba mi vida. Mi corazón está roto, de eso no tengo la menor duda. Pero ya he vivido otras veces con el corazón roto. No de una manera tan brusca pero sí. Por eso sé que el tiempo lo cura todo. Solo hay que darle tiempo. Y distancia. Eso es lo único que me va a joder muchísimo. Pero tengo lo más importante que hay en este mundo. Amigos. Amigos que me escuchan, me ayudan y me cuidan.

Puede que en algún momento creas que no los necesitas. Que ya tienes todo lo que quieres. No te mientas a ti mismo. Yo los perdí por luchar por lo que amaba. Y al final lo que amaba es lo que más daño me ha hecho. Pero si son amigos, siempre volverán. Cuando estés hecho pedazos vendrán y te curaran las heridas.
Por eso doy la vuelta y vuelvo por donde he venido. No sé el tiempo que llevaba caminando, ni el que tardaré en volver. Solo sé que vuelvo fuerte. Convencida. Yo puedo con esto. Soy fuerte, no necesito un protector siempre detrás. Puedo seguir mi vida como todo el mundo. Tengo quince años, y nadie me va a quitar eso. Juventud y vida. Eso tengo. ¿Qué más puedo pedir? Lo tengo todo. El tiempo lo curara todo. Mientras tanto, mi corazón se quedara a salvo en algún rincón, esperando a alguien que pueda volver a hacerlo feliz.

domingo, 20 de junio de 2010

Crush.

Sé que tengo que acabar con esto, pero aun asi, esto lo escribi aun en lo alto, y no quiero deprimir mas el blog... Del 10 de Mayo:
-"Con una única pregunta. ¿Volveré a estar alguna vez allí arriba, en ese lugar tan difícil de alcanzar? Allí, donde todo resulta más hermoso. Desgraciadamente, en ese mismo instante, sabe ya la respuesta."

Así acaba una de las historias de amor más bonitas del siglo. Una de esas historias que la gente piensa que no acaban nunca. Y así seria, así tendría que ser.
Pero la realidad puede ser muy jodida, y todo se estropea siempre en el peor momento.

Aunque no es de eso de lo que quiero escribir. No. No quiero hablar de finales. Quiero hablar de cumbres:

•Amor, después de lo del domingo, esa noche, me dio por pensar. Y no podía pensar sino en el miedo que me da perderte. El no saber cómo actuar para demostrarte lo muchísimo que me importas.
Estoy sintiendo cosas que no había sentido nunca con tanta fuerza; miedos, ilusiones, esperanzas, sueños, celos, pasiones, alegrías y lagrimas.
Lo eres todo para mi, todo lo bueno y todo lo malo. Mi universo completo.

Y lo que más me jode es no saber demostrártelo, que no sepa cómo hacerte sentir tan feliz como tú me haces sentirme a mí en tus brazos.

Me has protegido desde el principio de todo. Ya fuera haciéndome reír con un chiste, o dejando que jugara con tus rizos para tranquilizarme, o haciendo función de almohada y manta cuando lo necesitaba. Incluso evitándome varios moratones cogiéndome antes de caer al suelo (aunque muchos de los tropiezos fueran por tu culpa ¬¬) o... yo que sé.

Todo. Lo has hecho todo por mí, y yo ni siquiera me daba cuenta. Me has ayudado con los exámenes, aun a riesgo de que te cayera una bronca. Me has consolado y entretenido cuando me he sentido sola, me has ayudado a volver a sentir la amistad con toda su fuerza. Me has hecho sentir que valía la pena seguir porque siempre hay algo bueno esperándonos al final del camino. Te has callado cosas que luego han hecho que no pudieras dormir, y todo para que yo estuviera tranquila, ignorante y feliz.

¿Por qué? ¿Por qué has hecho todo eso por mi cuando yo no he hecho nada por ti? Es más, incluso te he complicado la vida innecesariamente. Te pago todo el cariño que me das con enfurruñamientos estúpidos y golpes. ¿Por qué no me has mandado ya a la mierda?

Es algo que no entiendo. No tiene ningún sentido. No te merezco, y eso lo he sabido siempre. Eres demasiado para mí.
¿Lo ves? Intentaba darte las gracias por todo y siempre acabo pensando en el poco sentido que tiene que tu estés conmigo.

Joder, te quiero, te amo. No hay palabras suficientes que describan todo lo que te necesito y yo tampoco se demostrártelo con acciones.
No quiero que pienses que me da igual lo que hagas, lo que te pasa, lo que sientes.
Intento darte toda la libertad que puedo, tragándome los celos y todas las ganas de abrazarte día y noche. Y eso hace que parezca que no me intereso, que no me importa lo que hagas.

No espero que seas tan idiota como para creerte mi pésima actuación, pero te lo digo por si acaso, por si algún día tienes dudas y para que quede claro.

Me has llevado hasta las alturas (y nunca mejor dicho) y no quiero bajar. Quiero seguir en mi nube soñando con que me quieres, besando tu boca a la mínima oportunidad y perdiéndome en tus ojos al tiempo que te escucho cantar.

Pero hay momentos en los que me llevas tan alto que, lista de mi, se me ocurre mirar hacia abajo, y me mareo de vértigo. Es entonces cuando me dan estos ataques de realismo absoluto.

Siempre he sido la típica chica que odia que la gente se diga "te quiero" tan a menudo y con falsedades porque acaba perdiendo todo el significado que conllevan esas dos palabras.
Por eso gritaré, ahora y cuando sea necesario, alto y claro, para que me escuchen incluso los que siguen viviendo con los pies en la tierra:

¡¡TE QUIERO!!--

Como cambia todo...

jueves, 17 de junio de 2010

todo acaba.

Caí de las alturas. Sí. De repente. Todo mi mundo desapareció en una frase de messenger... Pero aun no estoy lo suficientemente recuperada como para escribir sobre ello.
Hoy pondré algo que escribi cuando llegue a casa una tarde de enero, y encontre a mi abuela alli. ¿Y mi madre? En el hospital. Se le habia salido una pieza de la moto y por poco se mata.

Siempre he sido la tipica niñata tonta que odia a su madre, pero esta noticia me sento como un tiro. Sabia que estaba bien, pero no pude dormir en toda la noche hasta que me llamo ella misma. Solo fueron dos noches, pero... no las olvidaré. Esto era lo que pensé:

" No hay nada como darse cuenta de que lo rapido que puedes perder algo que estar a punto de perderlo. Asi es como me siento yo ahora mismo.
Pero ese algo es una persona, a la que siempre he proclamado a los cuatro vientos el poco respeto que le tengo y lo poco que le hago caso. Pues bien, hoy, por razones del destino he estado a punto de perderla, si no lo he hecho ha sido porque tengo un angel guardian que me cuida y me quiere mucho. Porque ahora es cuando me doy cuenta de la mucha falta que me hace esa persona. Cuando me he enterado las lagrimas han llenado mis ojos y se me ha hecho un nudo en el estomago. No he podido comer nada desde la noticia.
Por suerte todo ha quedado en un susto, y tres huesos rotos. Pero si hubiese sido en otra ocasión, se habria matado, lo sé. Y no se que hubiera hecho. Estaria perdida sin ella. Mi vida se acabaria… Es jodidamente increible lo que puede cambiar todo en tan solo un segundo, ¿verdad? Jodidamente espeluznante.
En estos momentos es cuando intentas abarcar todo aquello que quieres dentro de un celofan gigante para que nos les pase nada. Y es horrible el darte cuenta que no puedes.
No lo olvideis, siempre teneis algo por lo que luchar y vivir, pensar en toda esa gente que no podria vivir sin vosotros y meditarlo. Tener cuidado por favor."

martes, 1 de junio de 2010

Y no hay más.

No me da miedo la soledad. Siempre he vivido así y podría seguir haciéndolo.

Lo que me da un miedo escandaloso es perderte a ti. Por mucho que pueda llegar a enfadarme, por tonterías o por cosas serias, solo me hace falta mirarte a los ojos para recordarme lo mucho que te necesito. Olvidarlo todo y ser feliz por el simple hecho de tenerte a mi lado.

Lo siento mucho, por lo que he hecho, por lo que hago y por lo que haré.

No quiero perderte por una tontería. No quiero ser yo la que borre las sonrisas de tu cara. No quiero llegar a ser “esa chica de la que te hartaste” No, no quiero. Yo solo quiero una cosa…

Te quiero a ti y todo lo que tu conllevas. Sonrisas, lágrimas, alegría y dolor. Lo quiero todo de ti.

*El momento más feliz de mi vida: los diez minutos que dormí en tus brazos, relajada por tu calor y el sonido de tu corazón y las horas que siguieron a ese momento…

*El momento más penoso: cuando estuve a punto de renunciar a ti hace ya tantos meses.

*El momento más dulce: todas tus caricias, sonrisas, besos y miradas.

*El momento más amargo: todas las noches cuando espero tú llamada con extrema impaciencia. Muriendo a cada momento que pienso que el teléfono no sonara.

En definitiva, tienes que estar hasta las narices de que te repita siempre lo mismo. Pero quiero que te quede más claro que el agua de la plancha:

Eres lo único que necesito para vivir. Lo que me da fuerzas para seguir día a día simplemente porque cuanto más tiempo pase, menos me queda para verte.

Gracias por todo, lo siento y te amo.