domingo, 20 de junio de 2010

Crush.

Sé que tengo que acabar con esto, pero aun asi, esto lo escribi aun en lo alto, y no quiero deprimir mas el blog... Del 10 de Mayo:
-"Con una única pregunta. ¿Volveré a estar alguna vez allí arriba, en ese lugar tan difícil de alcanzar? Allí, donde todo resulta más hermoso. Desgraciadamente, en ese mismo instante, sabe ya la respuesta."

Así acaba una de las historias de amor más bonitas del siglo. Una de esas historias que la gente piensa que no acaban nunca. Y así seria, así tendría que ser.
Pero la realidad puede ser muy jodida, y todo se estropea siempre en el peor momento.

Aunque no es de eso de lo que quiero escribir. No. No quiero hablar de finales. Quiero hablar de cumbres:

•Amor, después de lo del domingo, esa noche, me dio por pensar. Y no podía pensar sino en el miedo que me da perderte. El no saber cómo actuar para demostrarte lo muchísimo que me importas.
Estoy sintiendo cosas que no había sentido nunca con tanta fuerza; miedos, ilusiones, esperanzas, sueños, celos, pasiones, alegrías y lagrimas.
Lo eres todo para mi, todo lo bueno y todo lo malo. Mi universo completo.

Y lo que más me jode es no saber demostrártelo, que no sepa cómo hacerte sentir tan feliz como tú me haces sentirme a mí en tus brazos.

Me has protegido desde el principio de todo. Ya fuera haciéndome reír con un chiste, o dejando que jugara con tus rizos para tranquilizarme, o haciendo función de almohada y manta cuando lo necesitaba. Incluso evitándome varios moratones cogiéndome antes de caer al suelo (aunque muchos de los tropiezos fueran por tu culpa ¬¬) o... yo que sé.

Todo. Lo has hecho todo por mí, y yo ni siquiera me daba cuenta. Me has ayudado con los exámenes, aun a riesgo de que te cayera una bronca. Me has consolado y entretenido cuando me he sentido sola, me has ayudado a volver a sentir la amistad con toda su fuerza. Me has hecho sentir que valía la pena seguir porque siempre hay algo bueno esperándonos al final del camino. Te has callado cosas que luego han hecho que no pudieras dormir, y todo para que yo estuviera tranquila, ignorante y feliz.

¿Por qué? ¿Por qué has hecho todo eso por mi cuando yo no he hecho nada por ti? Es más, incluso te he complicado la vida innecesariamente. Te pago todo el cariño que me das con enfurruñamientos estúpidos y golpes. ¿Por qué no me has mandado ya a la mierda?

Es algo que no entiendo. No tiene ningún sentido. No te merezco, y eso lo he sabido siempre. Eres demasiado para mí.
¿Lo ves? Intentaba darte las gracias por todo y siempre acabo pensando en el poco sentido que tiene que tu estés conmigo.

Joder, te quiero, te amo. No hay palabras suficientes que describan todo lo que te necesito y yo tampoco se demostrártelo con acciones.
No quiero que pienses que me da igual lo que hagas, lo que te pasa, lo que sientes.
Intento darte toda la libertad que puedo, tragándome los celos y todas las ganas de abrazarte día y noche. Y eso hace que parezca que no me intereso, que no me importa lo que hagas.

No espero que seas tan idiota como para creerte mi pésima actuación, pero te lo digo por si acaso, por si algún día tienes dudas y para que quede claro.

Me has llevado hasta las alturas (y nunca mejor dicho) y no quiero bajar. Quiero seguir en mi nube soñando con que me quieres, besando tu boca a la mínima oportunidad y perdiéndome en tus ojos al tiempo que te escucho cantar.

Pero hay momentos en los que me llevas tan alto que, lista de mi, se me ocurre mirar hacia abajo, y me mareo de vértigo. Es entonces cuando me dan estos ataques de realismo absoluto.

Siempre he sido la típica chica que odia que la gente se diga "te quiero" tan a menudo y con falsedades porque acaba perdiendo todo el significado que conllevan esas dos palabras.
Por eso gritaré, ahora y cuando sea necesario, alto y claro, para que me escuchen incluso los que siguen viviendo con los pies en la tierra:

¡¡TE QUIERO!!--

Como cambia todo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario